Esta moderna ciudad y provincia, ubicada en la parte sur de la península ibérica, cuenta con el pico más alto de la España continental, el Mulhacén. Granada está protegida por montañas al norte y sureste, con autopistas que atraviesan valles hacia el mar.
Los restos arqueológicos encontrados en toda la provincia datan de tiempos prehistóricos. Se puede decir que cada civilización y cultura que ha pasado por la península ha dejado, en algún momento de la historia, su huella en este territorio andaluz, desde los íberos hasta los romanos y los árabes. Los primeros asentamientos se situaron en una colina que ahora forma parte de lo que se conoce como el Albayzín.
Desde los romanos hasta los íberos, todos se beneficiaron del acceso de Granada al mar y sus abundantes recursos naturales. Tras la caída del Imperio Romano, los visigodos oprimieron a la población nativa en toda la península sur, lo que llevó a la rebelión y ayudó a la conquista árabe que avanzó desde el sur. Esta conquista resultó en la coexistencia de diferentes culturas y religiones (cristianos, judíos y musulmanes) bajo un único dominio musulmán.
El período de dominio árabe fue una época de prosperidad en el país, durante la cual se construyó la Alhambra. También fue un refugio para los andaluces que huían de los territorios conquistados por los cristianos. Construida con vistas a la ciudad de Granada y fortificada para la defensa, la Alhambra abarcaba un castillo y una ciudad dentro de sus murallas. Construida con la arcilla del área, fue nombrada 'Al-Hamra', que significa 'La Roja' en árabe, debido al tono rojizo de sus muros.
La Alhambra es el palacio más significativo de la arquitectura islámica y es reconocida internacionalmente. Su construcción comenzó a mediados del siglo XIII bajo la dinastía nazarí, iniciada por Muhammad I. El complejo fue ampliado y mejorado por sus sucesores, con Muhammad V completando la mayoría de los palacios reales entre 1362 y 1391.
La Alhambra sirvió como residencia real, fortaleza y pequeña medina. Se dividía en tres secciones principales: la Alcazaba (una base militar), la zona palaciega (que albergaba varios palacios para el sultán y su familia) y la Medina (donde vivían y trabajaban los funcionarios de la corte). Los palacios nazaríes se dividían en tres áreas independientes: el Mexuar (una parte semi-pública para la administración de justicia y asuntos de estado), el Palacio de Comares (la residencia oficial del sultán) y el Palacio de los Leones (una área privada para el rey y su familia).
Una de las estructuras más famosas dentro de la Alhambra es el Patio de los Leones, llamado así por su fuente central rodeada de doce estatuas de leones. Otras características notables incluyen la Sala de los Abencerrajes, con su techo de estalactitas, y la Sala de los Embajadores, donde los emires islámicos negociaban con los emisarios cristianos.
Hoy en día, la Alhambra se erige como un testimonio de la rica historia y el brillante diseño arquitectónico de la Edad de Oro islámica. Fue designada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984, junto con el Albaicín y el Jardín del Generalife, consolidando aún más su estatus como un tesoro cultural e histórico.
La ubicación de Granada con las Montañas de Sierra Nevada como defensa natural añadió gran dificultad a las tropas cristianas que querían conquistar la ciudad. Tras la época de esplendor anterior, llegó la conquista cristiana, explotando la crisis política y económica del reino de Granada. Una serie de asedios finalmente dio la victoria a los invasores después de una serie de pactos con Boabdil, Rey de Granada, en 1492.
Después de la conquista, Boabdil fue nombrado rey de la Alpujarra, donde vivió con su esposa Morayma hasta su partida a Fez en África en 1493. Morayma murió justo antes de partir, y se cree que fue enterrada en Mondújar, donde aún descansa junto con Muley Hacen, Aliatar, Yusuf y quizás uno de sus hijos, que murió poco antes, poniendo fin así al reinado de los últimos reyes de Granada.
Granada se convirtió, bajo el dominio musulmán, en uno de los principales centros culturales y comerciales del mundo antiguo.
Ahora un barrio, el Albaicín fue una vez la capital del reino. Presenta un diseño típico árabe con calles estrechas y sinuosas, lo que lo hace menos adecuado para conducir. El Albaicín es uno de los distritos más antiguos de Granada, con sus orígenes que se remontan al siglo XI, cuando era un importante centro de cultura musulmana en España. La dinastía Zirid estableció su palacio real y otros importantes edificios islámicos aquí, rodeados por una suntuosa fortaleza. La Gran Mezquita de la ciudad también se encontraba en esta área.
Durante la dinastía nazarí, el Albaicín alcanzó su apogeo, con una población de más de cuarenta mil habitantes y treinta mezquitas. Las calles eran estrechas y las casas pequeñas pero ordenadas, con numerosos pozos, algunos de los cuales aún existen hoy en día. El área también albergaba importantes palacios y residencias de la nobleza de Granada.
Después de la Reconquista en 1492, los Reyes Católicos designaron el Albaicín como lugar de residencia para los musulmanes. Sin embargo, tras varias revueltas moriscas, los monarcas expulsaron a aquellos que practicaban la religión musulmana y las mezquitas fueron demolidas. El barrio se transformó de tener mil mezquitas a mil iglesias.
Hoy en día, un paseo por sus calles transporta a los visitantes al pasado, ofreciendo hermosas vistas de la Alhambra, la Sierra Nevada y toda la ciudad de Granada. La rica historia y el encanto único del Albaicín lo convierten en un destino imprescindible para cualquiera que explore Granada.